Una vez, cuando la bella Radha y Krsna se separaban en las primeras horas de la mañana para regresar a Sus hogares, se miraron larga y continuamente el uno al otro con lágrimas rodando por Sus mejillas, ocasionadas por una oleada de profundo amor en Sus turbulentos corazones. Radha exclamó entonces: "¡Oh Krsna! ¡Me despido de Tus suaves pies! ¡Indudablemente nuestro amor muy pronto nos reunirá otra vez! Mas, ¡Oh Krsna! Te voy perdiendo de vista a medida que Te alejas presuroso". Sri Radha no puede apartar del Señor de Su vida Sus ojos pletóricos de amor, y ante la repentina erupción de esta poderosa oleada de amor, cae inconsciente. Por otra parte, incapaz de soportar la separación de Sri Radha, Krsna también se desmaya. Lalita viene entonces a salvar la situación, coloca a Radha sobre su regazo y desesperada comienza a llamarla en alta voz para despertarla. Otra gopi grita fuertemente en el oído de Krsna para reanimarle, mientras las lágrimas se deslizan por sus mejillas. Ellos se apresuraban para llegar a Sus hogares antes de la salida del sol, ¿Pero adónde ha ido ahora Su temor de los rayos del sol? ¿Quién se preocupará de Sus familiares? Nadie puede sondear las profundidades de este asombroso y sumamente cautivante pasatiempo.
En otra oportunidad, colocando a Radha sobre su regazo, Lalita exclamó: "Mi querida Radha, ¿Qué sucedió? ¿Qué te pasó?" Cuando Radha recobró el conocimiento, dijo: "Mi querida amiga Lalita, no puedo olvidar a la joya llamada Krsna, porque El es el emporio de todos los deleites". Lalita contestó con las manos juntas: "Oh Radha, no nos demoremos; regresemos a casa de inmediato, ya que el día despunta". Lalita retiró entonces las ajorcas de Sri Radha y cubrió Su cabeza. Sri Radha entró furtivamente en Su casa por una pequeña puerta privada. Después, Sus amigas gopis regresaron a sus respectivas residencias. Sin embargo, Sri Rupa mañjari siguió de cerca en pos de Sri Radha y ansiosamente aguardó algún servicio. Mi divino maestro solía decir que sólo para las doncellas mañjaris de Sri Radha es posible ejecutar servicio las veinticuatro horas del día. Este pasatiempo es una meditación matinal excelente, recomendada por los grandes devotos para incrementar e intensificar nuestra devoción, al tiempo que automáticamente elimina todos los obstáculos.
(La Bella Radha La Dulzura de Vraja. Por:Su Divina Gracia Paramahamsa Thakura Sri Srila Badrinarayana Bhagavata Bhusana Guru. Pag. 283)
Las Bellas Deidades de Sri Sri Radha Gopinatha del Templo de Gurudeva en Caracas
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